La idea general de la Descodificación Biológica de las Enfermedades es que todo síntoma es, en primer lugar, un mensaje, una información, y en segundo lugar, una solución.
Es un enfoque terapéutico nuevo que nació a partir de los estudios del doctor Hamer, médico alemán que en los años ochenta publicó sus observaciones personales sobre el origen y el sentido de las enfermedades.
Llamó a este enfoque Nueva Medicina Germánica. A lo largo de los últimos años, la Descodificación Biológica de las Enfermedades ha tenido como objetivo verificar de manera práctica y experimental los enunciados de este médico, conservando algunos de sus descubrimientos, transformando otros y verificando, siempre que ha sido posible, todos los elementos que se contienen en los estudios de dicho pionero.
Así, a partir de los trabajos, de los descubrimientos y de las intuiciones del doctor Hamer, han surgido varias corrientes teóricas y terapéuticas.

Un paradigma nuevo
En la práctica, este médico propuso un paradigma nuevo desde donde estudiar el origen de las enfermedades. Hasta ahora, decir “enfermedad” equivalía a decir “problema”. La Descodificación Biológica nos invita a dar la vuelta a este punto de vista, a dejar de ver en la enfermedad un problema y ver en ella una solución, una respuesta de adaptación.
En efecto, y tomando prestada la metáfora de J. Salomé, “la electricidad no se descubrió a base de estudiar las velas ni de profundizar en las investigaciones sobre la cera o la parafina”, la Descodificación Biológica de Enfermedades no se descubrió a base de llevar más lejos los descubrimientos psicológicos o psicoanalíticos, ni siquiera los psicosomáticos, sino, modificando el paradigma de base sobre la definición misma de enfermedad y dejando de apoyarse en la psicología, para comenzar a basarse en la fisiología del cuerpo humano y en la función misma de los órganos.
«DESCODIFICACIÓN»
¿Por qué “descodificación”? En este enfoque, la enfermedad se considera un código, o, dicho de otro modo, la transcripción de una historia. Esta se expresa en forma de síntoma y se codifica en el cuerpo (en hígado, en el hueso, en el ojo…).
Todo nuestro universo está codificado, y nosotros dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo a descodificarlo, a veces sin darnos cuenta… ya sea de forma matemática, analítica, meteorológica, lingüística, psicológica, etcétera, el ser humano constantemente descodifica la información de su entorno, y nuestra biología hace lo mismo, sin que lo sepamos.
«BIOLÓGICA»
Esta descodificación de las enfermedades se califica de “biológica”. No se trata, por ejemplo, de una descodificación lacaniana, apoyada en la estructura del lenguaje (de la que podrían servir de ejemplo los juegos de palabras). Tampoco se trata de una descodificación sagrada que se base en las relaciones entre un órgano y lo que dicen las diversas tradiciones espirituales, como pueden ser la Biblia, el Talmud o el Corán. Tampoco consiste en una descodificación simbólica, referida a las propuestas de múltiples mitos y tradiciones…
Se trata de una descodificación que se basa en la biología y en la función que cumplen los órganos dentro de la organización del viviente y de sus necesidades de adaptación.
Ante un órgano enfermo, la primera cuestión que debemos plantearnos es la función biológica de dicho órgano. Si, por ejemplo, queremos comprender el sentido de una enfermedad de la dermis, nos preguntaremos por la función que cumple la piel en el cuerpo humano. Si se trata de una enfermedad del hígado, pensaremos en la función del hígado, entendiéndolo siempre desde una función biológica, desde una realidad biológica.
Siguiendo con estos ejemplos, la dermis nos protege del mundo exterior; y el hígado tiene, entre otras, la función de almacenar el glucógeno que necesita el organismo. Si me agreden, mi dermis se espesa; si estoy privado de alimentos, el hígado se me dilatará para almacenar reservas.
«DE LAS ENFERMEDADES»
Este enfoque se interesa concretamente la enfermedad, por descubrir el código que se encuentra detrás de ese síntoma, ya sea físico, genético, orgánico, funcional o del comportamiento.
Imaginemos la siguiente situación:
Suena el teléfono y este timbre inesperado nos importuna.
Tenemos varias posibilidades para quitarnos de encima esta molestia: atender el teléfono; cortar el cable o dar un golpe al aparato; o, marcharnos a otra habitación. Sin embargo, aunque este timbre nos moleste, no se ha producido de manera espontánea. Jamás se ha visto que un tel
éfono haya decidido ponerse a sonar por su cuenta. Alguien o algo, en alguna parte, intenta comunicarse con nosotros. El timbre no es más que la manifestación de otra cosa, la expresión de otra realidad que en este momento no conocemos.
Todo síntoma, toda enfermedad, se puede comparar con este timbre de teléfono. El órgano, el cuerpo, no suena por sí mismo. El síntoma no aparece por iniciativa propia, sino que debemos considerarlo una reacción ante otro proceso.
Del mismo modo que podemos romper el teléfono para dejar de escucharlo, podemos optar por machacarnos el cuerpo; cortarnos los nervios; amputarnos un órgano o quitarnos una parte del cerebro; tomar medicamentos o modificarnos los órganos quirúrgicamente… pero también podemos atender el teléfono, lo que equivale a aceptar, ponernos en contacto con ese inconsciente que se manifiesta y que pretende comunicarse con nosotros a través del síntoma.
Lo que propone la Descodificación Biológica de las Enfermedades es comprender la enfermedad a través de la apertura y la escucha.

Marisol Loyola Echenique
Terapeuta
La verdadera práctica del yoga no se trata de alcanzar poses perfectas, sino de encontrar la paz interior y la conexión con uno mismo a través de la respiración y la consciencia.